Con la llegada del verano y las altas temperaturas, cada vez son más las empresas que apuestan por implantar la jornada intensiva en sus horarios laborales, pero ¿sabemos exactamente en qué consiste?.
Esta jornada se presenta muy beneficiosa sobre todo para los trabajadores, ya que les permite a los trabajar de forma continuada y así, pasar menos tiempo en la oficina. En este artículo os hablaremos de los aspectos más importantes a tener en cuenta sobre esta alternativa a la jornada partida, cómo implementarla y hacerla efectiva en tu empresa.
¿Qué es la jornada intensiva?
La jornada intensiva consiste en la realización de ocho horas de trabajo, de forma continuada, sin realizar pausas que no se contabilicen como trabajo efectivo.
Aunque la jornada sea intensiva, la ley sí recoge una pausa de 15 minutos que contará como trabajo efectivo. Esto, se aplicará siempre y cuando la duración de la jornada diaria supere las seis horas, tal y como lo marca el artículo 34.4 del estatuto de los trabajadores.
La jornada laboral tradicional partida, suele destinar de una a dos horas a realizar una pausa para comer, con lo que las horas de salida se trasladan hasta las 18:00 y las 19:00 de la tarde.
Por tanto, la mayor característica de la jornada intensiva, recae en que elimina las pausas largas para comer u otros descansos. Esto, provoca que las horas de salida avancen y los empleados puedan abandonar la oficina mucho antes.
Tipos de jornada intensiva
La duración de la jornada de trabajo, según la legislación vigente del estatuto de los trabajadores, no recoge especificaciones. Por ello, la ley deja esta delimitación a lo pactado en los convenios colectivos entre las empresas y sus trabajadores. Por tanto, la decisión de implantar una jornada intensiva en una empresa, es decisión exclusiva de la empresa.
Aun así, podemos diferenciar tres tipos de jornada intensiva:
Jornada intensiva de verano
Suele ser la jornada más aplicada en las empresas durante los meses de verano, en los que suben las temperaturas y terminar demasiado tarde la jornada laboral, puede llegar a ser improductivo para los trabajadores.
El inicio de esta y su finalización, será establecida por la empresa o su convenio colectivo. Normalmente se toman como referencia los meses de verano, desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre, pero como hemos dicho, estas fechas pueden variar según lo marque la empresa en el caso de que el convenio colectivo no lo regule.
Jornada intensiva los viernes
Por otro lado, hay empresas que solo aplican la jornada intensiva los viernes, para hacer que la salida de sus trabajadores de cara al fin de semana, sea más temprana.
Esto, se realiza trabajando un poco más de lunes a jueves, realizando jornadas de 8 horas y media, para el viernes trabajar 2 horas menos.
Por ejemplo: Un trabajador de lunes a jueves trabaja de 9:00 a 18:30, un total de nueve horas y media, con la parada de una hora para comer. Así, el viernes, este mismo trabajador aplicaría la jornada intensiva trabajando de 9:00 a 15:00. Las dos horas “que faltan” son las que realiza con los 30 minutos extra de lunes a jueves (4 días x 30 min = 2 horas).
Jornada intensiva durante todo el año
En otras ocasiones, hay empresas en las que su convenio colectivo les permite aplicar una jornada intensiva durante todo el año. Estas empresas, aplican su distribución horaria realizando las pausas mínimas de 15 minutos que establece la ley nombrada anteriormente.
En todos los casos, es muy importante llevar un control horario efectivo que registre todos los cambios y ajustes de la jornada de los trabajadores. En los casos en los que estos ajustes se hagan por convenio, existen soluciones digitales que automatizan el proceso de asignar convenios colectivos a cada empleado o subgrupos, facilitando también este proceso al departamento de RRHH.
Ventajas de la jornada intensiva
Aplicar la jornada intensiva en tu empresa, puede tener grandes beneficios para tu negocio y tus empleados. Algunos de ellos son:
Conciliación Familiar
Normalmente, la jornada intensiva, se aplica en los meses de verano, donde los niños terminan el periodo escolar. En estos casos, para las familias es mucho más cómodo contar con mayor flexibilidad horaria para poder pasar tiempo con ellos en los meses en los que están de vacaciones.
En los casos en los que se aplican las jornadas intensivas fuera de los meses de verano, permite a los trabajadores una mayor conciliación de su tiempo personal y social con el laboral, lo cual es cada vez más importante en nuestra sociedad.
Motivación y productividad
Al poder conciliar mejor el tiempo de ocio con el trabajo, gracias a la jornada intensiva, los trabajadores estarán más motivados en realizar sus tareas y obligaciones de su jornada laboral. Tener una actividad programada al finalizar el trabajo, puede hacer que los trabajadores estén más motivados y sean más productivos en el desempeño de sus tareas, lo cual es positivo para el rendimiento global de la empresa.
Ahorro de costes
Con la jornada laboral intensiva, las compañías pueden ahorrar costes básicos, al utilizarse durante un tiempo menor las instalaciones. Para los trabajadores, la reducción de costes también es una realidad al desplazarse fuera de la hora punta.
Retención y atracción de talento
Una empresa con una oferta laboral que permite factores como la conciliación laboral, la flexibilidad, el teletrabajo, o jornadas intensivas, es más atractiva para nuevos trabajadores. En especial para la Generación Z a la que estos aspectos cada vez les importan más y son de sus primeras prioridades a la hora de decidirse por una oferta laboral.
A su vez, puede ser un factor determinante en la continuidad de otros empleados en la empresa, debido a un cambio en su situación familiar o simplemente social, en la que prefieran tener una jornada más flexible.
Employee engagement
Con la jornada laboral intensiva, gracias a las otras ventajas nombradas, los empleados estarán más contentos y motivados, lo cual les hará tener una mejor imagen de la empresa y mejorar su employee engagement. Si los trabajadores tienen un alto sentimiento de pertenencia en su empresa, no solo se convertirán en canales eficaces de publicidad positiva para nuestra marca o empresa, sino que también serán mucho más eficientes.
La forma más efectiva para implantar la jornada intensiva
En muchas ocasiones, uno de los motivos por los que las empresas no se deciden a implantar la jornada intensiva, es lo complicado que puede llegar a ser cuadrar horarios y establecer las horas de inicio y fin de jornada en los calendarios de cada trabajador. Pues bien, con un gestor de registro horario como Time@Work nunca había sido tan fácil.
La clave está en contar con una herramienta que te permita llevar un control horario de las horas de entrada y salida de tus empleados conforme a la ley vigente actual en España.
Con Time@Work, podrás cambiar de forma rápida y sencilla el horario establecido -para cada trabajador o grupos de ellos- según la temporada del año para incluir la jornada intensiva de verano, o el día de la semana que se acuerde.
Gracias a su panel calendario, podrás organizar los tipos de días que necesites en tu empresa. A su vez, podrás establecer los convenios colectivos por grupos para que se adapten a cada trabajador y marcar sus vacaciones correspondientes u otros aspectos como la jornada laboral intensiva que le corresponde a cada uno dependiendo de los meses del año acordados.
Con esto, ahorrarás tiempo y fallos administrativos, dado que se trata de un recurso digital que permite ser consultado por los empleados y modificado por los responsables de grupo cuando sea conveniente.