El éxito empresarial en cinco sencillos pasos
Si queremos acercarnos un poco más al éxito empresarial nuestra organización debe ser productiva. Te contamos cómo gracias a estos consejos.
El concepto de productividad se define como la relación entre el tiempo que se emplea a una tarea y el resultado de la misma. Desde el terreno empresarial esta se refiere al tiempo que se ha dedicado a una labor en relación con las actividades que la organización productivas para alcanzarla.
En este sentido, ya es posible realizar la evaluación gracias a los softwares que aportan métricas y resultados objetivos de forma automática sobre la productividad de un trabajador o la empresa en general. Esta medida, no solo ayuda a tener una visión real sobre el funcionamiento del negocio y el tiempo óptimo de cada trabajo sino que permite tomar medidas para atajar los posibles errores que se estén cometiendo en la planificación de tareas o gestión de actividades.
La productividad es la base del éxito empresarial
La productividad es la esencia de una organización. Para poder lograr el éxito empresarial es necesario contar con una buena estrategia de gestión empresarial, empleando un conjunto de técnicas que se aplican en al conjunto de la empresa. El objetivo de esta gestión es mejorar la productividad, competitividad y sostenibilidad del negocio, garantizando de esta forma la viabilidad del mismo. Para llevarlo a cabo tiene que tener en cuenta algunos aspectos:
– Metas y objetivos. Determinar unas metas es esencial para alcanzar el éxito empresarial. Establecer pautas a seguir y delimitar en el tiempo el alcance de los mismos. Pues la mayoría de los trabajadores trabajan muchas horas pero no siempre logran los objetivos. Al contrario de lo que se piensa, la productividad no es trabajar más horas sino que las que se trabajen sean provechosas y estén bien enfocadas.
– Fomentar las sinergias, para ello hay que tener claro los valores dentro de la empresa. La comunicación favorece el trabajo entre los equipos, genera motivación interna y con ello se produce un aumento significativo de la productividad.
– Incentivar la creatividad. Este punto no se logra solo con medidas económicas. En una organización es importante incentivar la creatividad para alcanzar objetivos innovadores y producir cambios en la empresa que permitan aumentar la productividad. La creatividad es ya un elemento esencial para la supervivencia de una empresa dentro de un mercado laboral que avanza constantemente. El éxito empresarial también pasa por entender esta esencia de las nuevas organizaciones.
– Innovación tecnológica. Las empresas tienen que ser cada vez más competitivas y para ello requieren innovar utilizando nuevas tecnologías, invirtiendo en procesos de producción que ayudan a aumentar la productividad. Además, estas herramientas son claves para localizar y deshacerse de los procesos que no aportan valor. Hay que crear herramientas de trabajo objetivas para que cualquier persona sepa las tareas que debe realizar, cómo y cuándo. El éxito empresarial debe ir de la mano del avance tecnológico que nos rodea.
– Establecer medidas de flexibilidad y conciliación laboral. Este punto es esencial para incrementar la motivación de los trabajadores pues un trabajador que no esté contento tiende a ser menos productivo. La presencialidad no está obligatoriamente enlazada a la productividad, este punto es necesario tenerlo claro y ofrecer una serie de medidas a los trabajadores que les permita compaginar la vida laboral y familiar, así como otorgar los mismos derechos a mujeres y hombres.
Las métricas son importantes para el éxito empresarial
Para evaluar la productividad de los empleados es necesario cuantificar el tiempo, las actividades realizadas y los resultados obtenidos la empresa. Este proceso se torna complicado para las empresas, sobre todo para las que producen bienes intangibles. En estos casos es imprescindible «medir» las actividades que realiza cada trabajador, y separar las actividades que estén realmente relacionadas con la empresa (productivas) y aquellas que no tienen relación directa (personales). De esta forma se puede cuantificar el coste por hora real que emplea cada trabajador para realizar sus actividades. No significa dejar de hacer tareas improductivas sino ser consciente de cómo las personas gestionan su tiempo y ser responsable de los objetivos a cumplir.
Para las empresas, poder medir la productividad y analizar el rendimiento de los empleados en una tarea básica. Con esta información pueden comenzar a plantear y aplicar medidas que ayuden a mejorar las variables en las que no están obteniendo los datos que deseaban, y con esto contribuir al éxito empresarial. Deben medir el trabajo y el tiempo dedicado realmente a trabajar: es el que se dedica a tareas que la organización considera prioritarias o productivas para el negocio y que en un paso posterior se distribuirán en el mapa de productividad.
Un estudio realizado por la compañía WorkMeter con una muestra de 107 empresas españolas, un total de 3.770 empleados y la recolección de datos durante un año se concluyó que de media pasamos 9 horas y 19 minutos en la oficina. De las cuales el tiempo de trabajo ronda las 7 horas y 12 minutos y aquellos que son considerados productivos hacen un total de 6 horas y 34 minutos.
La organización tiene que tomar conciencia del modo en que se trabaja y de cómo se gestiona el tiempo: para conocer el verdadero nivel de productividad en el trabajo y llevar a cabo planes de mejora. Es por esto, que un programa que aporte los datos que necesitan para cuantificar los índices de productividad es la solución idónea, ya que reducirá tiempo de análisis y costes. Convirtiéndose en un aliado perfecto del éxito empresarial.