Los 6 factores a controlar en la Gestión del Riesgo
Los riesgos no hay que asumirlos, hay que analizarlos. Al menos cuando se trata de la gestión del riesgo empresarial. Saber identificar y gestionar aquellos factores que suponen un riesgo para nuestra organización puede ser crucial para la supervivencia de la empresa, ¿los conocemos?
La gestión del riesgo está adquiriendo un importante papel en el entorno empresarial, y así lo confirman los modelos de gestión más reconocidos a nivel internacional como el EFQM. Ninguna actividad está libre de riesgo asociado, si lo tenemos claro cuando gestionamos nuestra vida personal, ¿por qué no trasladarlo al terreno profesional? El riesgo en la gestión de proyectos se sitúa como uno de los más importantes a la hora de inclinar la balanza hacia resultados favorables o desfavorables.
Existen muchas formas de abordar la gestión del riesgo, pero todas ellas coinciden en el primer paso: la identificación de los factores de riesgo. El siguiente esquema muestra un proceso adecuado para la apreciación del riesgo
Identificación ? Análisis ? Evaluación ? Tratamiento
La primera fase de identificación del riesgo pasa por conocer la tipología de factores de riesgo. Éstos son algunos de los posibles riesgos que puede afrontar nuestra organización:
- Riesgos corporativos: es la ausencia de certeza a la que se enfrentan las organizaciones al desarrollar su actividad
- Riesgos en proyectos: Una gestión de proyectos eficiente en nuestra empresa puede ser tan importante como una línea de crédito o la relación con un cliente. Es importante que sepamos monitorizar y mejorar el desarrollo de proyectos en nuestra organización para una gestión del riesgo efectiva
- Riesgos operativos: aquellos asociados a los clientes, proveedores, productos y servicios,etc
- Riesgos financieros: créditos, tesorería, inversión, estado del mercado, etc.
- Riesgos de negocio, son aquellos legales y que conforman la estrategia de la organización, principalmente.
- Riesgos globales: son aquellos asociados a la cultura, la reputación, etc.
- Riesgos en procesos: se refieren a los riesgos que suponen los procesos de nuestra empresa que están sujetos a mejora o cambio para generar valor. Llevar un control y trabajar para una mejora de procesos siempre es una forma de combatir riesgos.
La gestión del riesgo debe estar integrada en los procesos de la organización, es decir, no hay que concebirla como una actividad aislada o cuya responsabilidad recae sólo en algunos empleados. Es deber de todos los miembros de la organización, en especial del área de gerencia, diseñas y ejecutar procesos que contemplen los riesgos a los que se enfrenta la organización.
¿Qué debemos hacer una vez hemos identificado los riesgos?
Sin duda lo mejor es aplicar acciones de eliminación, reducción, minimización o control de los riesgos.
Si tenemos claro que la gestión de proyectos ejerce un papel importante en nuestra empresa, también debemos ser conscientes de la importancia de la gestión del riesgo. El resultado de asumir un riesgo no siempre debe desembocar en resultados negativos, no debe ser concebido como algo negativo necesariamente. A veces puede suponer una desviación positiva respecto a lo previsto, de modo que también puede ser considerado una oportunidad. Pero dejar esa incertidumbre al azar parece una apuesta demasiado arriesgada cuando se trata de nuestra empresa, de modo que toda empresa que quiera sobrevivir debería controlar los riesgos que implican su actividad.