
El mercado laboral actual es hipercompetitivo: ya no basta con tener un título universitario o conocimientos técnicos específicos para ser considerado por los reclutadores. Las competencias en el trabajo son cada vez más evaluadas y consideradas fundamentales durante el proceso de reclutamiento.
Pero ¿Qué competencias laborales básicas debes poseer y desarrollar para tener esa ventaja adicional dentro del proceso de selección?
A continuación, te presentamos una completa guía de competencias que debes poseer.
Tipos de competencias en el trabajo: Soft Skills & Hard Skills
En el mercado laboral, la elección del candidato ideal se hace analizando las habilidades, o competencias, que posee. Para entender mejor cuáles son las más buscadas por los reclutadores, es necesario hacer una distinción inicial entre competencias duras y blandas, mejor conocidas como Soft Skills y Hard Skills.
¿Qué son las Hard Skills?
Son aquellas competencias técnicas específicas que dependen de la carrera elegida y de la experiencia laboral y formativa previa. Pueden medirse, cuantificarse y demostrarse fácilmente a través de certificaciones y diplomas.
Competencias profesionales que son fundamentales para poder desempeñar una función específica en un puesto concreto. Pueden ser perfeccionadas y actualizadas con la experiencia laboral o cursos de formación.
Gracias a las competencias duras, se puede entender el área de especialización del candidato. A la hora de solicitar un puesto de trabajo, se consideran las aptitudes esenciales para el mismo.
Cinco competencias duras más demandadas
Cada puesto de trabajo requiere de una serie de habilidades específicas, pero hay algunas competencias técnicas que pueden ser cruciales a nivel general, independientemente de la función a desempeñar.
Conocer una o más lenguas extranjeras
Entre las competencias más buscadas por las empresas, se encuentra sin duda el conocimiento de lenguas extranjeras.
Hoy en día, el 70% de las empresas buscan empleados que sepan al menos un idioma extranjero: el conocimiento del inglés es ahora un requisito previo para cualquier trabajo que se quiera emprender, por lo que es esencial tener al menos un nivel A1, un nivel básico.
Capacidades de escritura
La capacidad de escribir adecuadamente es una habilidad compleja que se adquiere con el tiempo a través del estudio, la lectura y la práctica constante.
Puede parecer trivial, pero no hay que darlo por sentado, porque aprender a comunicarse por escrito es realmente útil en cualquier ámbito.
Por ejemplo, saber redactar con eficacia para que nuestro mensaje o correo electrónico genere interés y sea tenido en cuenta por el posible empleador no es tan sencillo.
Conocimientos de informática y programación
Hoy en día, es fundamental tener conocimientos informáticos, al menos básicos, para poder optar a cualquier tipo de trabajo.
La transformación digital está avanzando a gran velocidad y requiere cada vez más la capacidad de utilizar las nuevas tecnologías para realizar un eficiente trabajo.
Además, dependiendo del sector o de la empresa, se requieren específicamente ciertos lenguajes de programación que pueden llamar la atención del reclutador.
Capacidad de análisis
Las empresas cada vez más buscan profesionales que tengan un nivel mínimo de conocimientos de análisis e interpretación de datos, capaces de generar acciones y planes de mejora continua.
La capacidad de analizar y saber interpretar los datos, para utilizarlos con el fin adecuado, es una habilidad extremadamente práctica en el entorno laboral actual. Desarrollarlo adecuadamente puede suponer una gran ventaja competitiva.
Conocimiento informático básico
Dependiendo del puesto de trabajo, se necesita tener conocimientos en determinadas herramientas y aplicaciones digitales.
Lo más frecuente es que se requieran conocimientos básicos de programas de Microsoft Office como PowerPoint, Word y Excel. Así como conocimientos básicos en el uso de navegadores web y entornos colaborativos como Google Workspace o Microsoft Teams.
Actualmente, las empresas apoyan la gestión del talento humano en la tecnología; ya sea para la medición de la productividad y evaluación del desempeño como para el control horario o la planificación de proyectos. Es por eso fundamental tener un conocimiento básico sobre cómo interactuar con las herramientas digitales más utilizadas.

¿Qué son las Soft Skills?
Las competencias blandas se definen como habilidades transversales, de comportamiento e interacción interpersonal. Están dictadas por la personalidad del profesional.
Son un conjunto de atributos personales que cada individuo pone en acción cuando trata con otros o se enfrenta a situaciones particulares en el ámbito laboral.
A diferencia de las competencias "duras", no están relacionadas con un único puesto de trabajo. Son habilidades fundamentales, que condicionan la forma de enfrentarse a las exigencias y retos del ambiente laboral, por lo que son decisivas y diferenciadoras durante el proceso de reclutamiento.
Las competencias blandas complementan las duras en la definición de un perfil profesional y el talento humano.
Al ser características intrínsecas de la persona, ligadas a su bagaje cultural y a las experiencias vividas, se adquieren con mayor dificultad que las competencias técnicas.
Las habilidades blandas evolucionan con el tiempo y cambian de acuerdo a la personalidad y experiencia vital.
Las cinco competencias blandas más demandadas
Según una investigación del Standford Research Institute International, el 75% del éxito laboral a largo plazo viene determinado por el dominio de las habilidades blandas y sólo el 25% por las habilidades duras.
Para una adecuada preparación profesional, es justo saber qué competencias blandas son las más demandadas por las empresas durante el proceso de selección y reclutamiento.
Pensamiento crítico y analítico
Ser capaz de analizar los mecanismos que hay detrás de hechos complejos, lograr evaluar diferentes situaciones y encontrar posibles soluciones para tomar la decisión correcta.
La capacidad de análisis y evaluación demuestra que el profesional es un observador agudo, capaz de desarrollar un propio pensamiento crítico y evaluar los pros y los contras de una propuesta u opción con precisión, sin necesidad de una supervisión constante.
Aprendizaje activo
El aprendizaje activo es la metodología que se basa en el aprendizaje continuo y experiencial. El interés de participar en un proceso de formación, con el objetivo de "construir conocimiento", potenciando así el crecimiento personal y profesional.
De hecho, para ser competitivo en el entorno laboral actual, hay que demostrar ser proactivo y curioso, con un deseo insaciable de mejorar adquiriendo nuevos conocimientos y actualizando los existentes.
Trabajo en equipo
Trabajar en equipo significa unir fuerzas y ser capaz de crear el entorno de cooperación adecuado para lograr un objetivo común.
Ser proactivo y alegre es un buen punto de partida, pero en una situación de trabajo también es esencial conocer las herramientas colaborativas y tecnológicas que permiten estar en contacto cuando se teletrabaja.
Liderazgo
Entre las habilidades blandas más demandadas está, sin duda, el liderazgo. Ser capaz de coordinar las actividades de un equipo potenciando las cualidades de cada miembro, promoviendo la sinergia, es esencial para ser un buen líder.
Detrás de esta competencia están cualidades profesionales indispensables como la escucha activa y la comunicación clara.
La capacidad de un líder está estrechamente relacionada con aspectos del carácter individual, pero existen diferentes recursos que ayudan a entrenar esta habilidad.
Resolución de problemas e inteligencia emocional
La capacidad de resolver problemas es una de las primeras aptitudes requeridas por las empresas. Cada vez más necesitan contar con empleados capaces de identificar una situación compleja y resolverla.
La mayoría de profesionales suelen incluir en su currículum esta habilidad, pero quien realmente demuestra que la posee, es capaz de analizar un problema con lucidez, buscando una solución adecuada en poco tiempo, fruto de la lógica y la creatividad.
Saber resolver problemas requiere de un nivel de inteligencia emocional lo suficientemente alto para lograr comprender las propias emociones y dominarlas con sabiduría, así evitar que interfieran en la toma de decisiones para la resolución del conflicto.
En todo trabajo hay momentos de estrés y tensión: saber gestionar conscientemente las emociones para reaccionar positivamente y mantener el control de la situación es una habilidad esencial.
La empatía también es otra cualidad importante para la resolución de problemas. Ser capaz de empatizar con el interlocutor y comprender su estado para comportarse en consecuencia son los primeros pasos para establecer un diálogo exitoso.
Digital skills: Nuevas competencias en el trabajo
La transformación digital avanza a buen ritmo y la tecnología impregna cada vez más nuestras vidas.
Esto supone un gran avance en el ámbito laboral ya que se introducen nuevas competencias, cada vez más demandadas por los reclutadores. Ya no basta con poseer competencias blandas o duras, ahora es fundamental hablar de competencias digitales.
Según estudios recientes realizados por la Comisión Europea, el 58% de la población posee un nivel básico de competencias digitales, pero estas son indispensables para ser competitivo a nivel personal y profesional.
Las competencias digitales representan una serie de habilidades tecnológicas, que van desde los conocimientos básicos; como saber utilizar un ordenador o el correo electrónico, hasta los más avanzados, el desarrollo de programas informáticos específicos.
Las competencias digitales evolucionan constantemente para mantenerse al día con los cambios de la tecnología y se necesitan cursos de formación específicos para aprenderlas.
Como hemos visto, el panorama de competencias en el trabajo que se exige actualmente es realmente variado y complejo. Desarrollar nuevas habilidades de forma continua es la mejor forma para tener una ventaja adicional durante el proceso de reclutamiento.
