Sigue el método SMART para cumplir tus objetivos
?Nada es particularmente difícil si lo divides en pequeños trabajos? Henry Ford.
Alcanzar las metas que nos proponemos nos permite avanzar dentro de la empresa y mejorar nuestra productividad. Establecer objetivos que nos ayuden a este proceso agiliza el trabajo.
Cuando llevamos a cabo un proyecto nos encontramos con múltiples formas de trabajo pero una de las que tiene más fuerza es a través del logro de objetivos. Esta técnica ayuda a seguir un proceso con menor presión y en el que todos los que interactúan en el trabajo están yendo en el mismo camino. Pero no solo basta con establecer objetivos, sino que estos tienen que cumplir una serie de características que permitan que se puedan cumplir. El método SMART (que se traduce como inteligente o listo) sirve de acrónimo para definir las características que debes evaluar para establecer los objetivos. Esta técnica clásica es útil tanto para empresas, como proyectos concretos o para nuestro propio trabajo personal.
Específico (Specific)
Cuanto más concretos sean los objetivos mejor. Hay que evitar que exista ambigüedad y se comprenda lo que se quiere decir con el objetivo marcado. Por ejemplo, un objetivo podría ser ?realizar el informe? pero queda información en el aire. ¿En cuánto tiempo quieres lograrlo? ¿Cuántas horas de trabajo vas a dedicar? Cuantos más detallado esté tu objetivo más fácil te será alcanzarlo y no procrastinar durante el proceso.
Medible (Measurable)
Los objetivos tienen que ser perfectamente medibles, algo que no se puede medir no se puede evaluar. Marcar parámetros para seguir un control, esto nos permite compararlo con la planificación establecida y poder actuar en caso de que estas se desvíen o sufran variaciones. En una empresa, por ejemplo, se puede cuantificar las ganancias durante periodos de tiempo que se desean alcanzar.
Alcanzable (Achievable)
Antes de ponerte una meta tienes que estar seguro de que esta es alcanzable, no sirve de nada proponerse objetivos que desde antes de comenzar ya sabes que no vas a poder lograr. Pues la actitud que tendrás ya estará predispuesta al fracaso. Para ello, es bueno que te plantees algunas preguntas: ¿Tengo las habilidades necesarias para alcanzar el objetivo? Y si no las tengo ¿podría desarrollarlas? ¿Qué me hace pensar que es posible o qué no? ¿Lo ha logrado ya alguien? Si es así, ¿por qué no lo voy a alcanzar yo?
Realista (Realistic)
Obviamente el objetivo debe estar dentro de una realidad posible. Al igual que en el punto anterior, tener como objetivo algo que no esté a tu alcance está destinado a fracasar. Hay que ser honestos y saber nuestras habilidades, o las de nuestro equipo, así como el contexto en el que estamos para lograr el objetivo y los recursos de los que disponemos. Esto no quiere decir que si nuestro objetivo es viable pero no tan fácil de alcanzar tengamos que eliminarlo, el ?no puedo? no siempre es la solución.
Tiempos acotados (Time-Base)
Fijar unos tiempos nos permite tomar una actitud proactiva para trabajar ante estos retos. Estos plazos de tiempo tienen que ser realistas, en función del objetivo será mejor un determinado tiempo.