
Hoy en día ya no es necesario estar presente físicamente en el puesto de trabajo para la realización de nuestras tareas. Descubre las ventajas del trabajo colaborativo y medidas de flexibilidad laboral.
Cuando hablamos de trabajo colaborativo nos referimos a la nueva forma de entender y denominar al tradicional trabajo en equipo que, gracias a las nuevas tecnologías, se ha transformado en un proceso conjunto en el que interviene un equipo multidisciplinar que puede estar conectado desde cualquier parte del mundo a través de diferentes dispositivos e intervenir siempre que sea necesario. También a una nueva y novedosa de gestionar tu tiempo, de una manera más natural y productiva.

Aporte conjunto de ideas y creatividades siendo todos los miembros partícipes de la toma de decisiones de los proyectos. De esta manera, además de conseguirse trabajos más originales y completos, unos miembros impulsan el trabajo de otros y viceversa
La posibilidad de tener acceso a todos los documentos y tareas desde cualquier lugar y cuando se quiera así como los intercambios de ideas e información entre el equipo son algunas de las principales ventajas del trabajo colaborativo 2.0.
Cada una de las partes colabora con aquellas tareas relacionadas con su especialidad pero puede contar con la ayuda y sugerencias del resto del equipo. Se trata de un tipo de trabajo donde “el conocimiento es compartido y enriquecido por muchas personas”.
Un proyecto colaborativo será aquel en el que se trabaje de manera integrada aunque los miembros no estén físicamente cerca. Es más, por lo general cada uno está en un punto pero la conexión constante hace que trabajen como si estuviesen en la misma oficina.
Esta forma de trabajar cambia la forma de resolver los problemas y surgen nuevas actividades. Hablamos de todos aquellos proyectos que se puedan desarrollar a través de plataformas o dispositivos tecnológicos de tal forma que cualquier miembro del equipo pueda acceder para incluir su colaboración o intervenir en el proceso de otro compañero.
Incrementa la productividad de los miembros, de un lado gracias al apoyo y colaboración permanente del resto de miembros, y del otro precisamente porque al conocer a tiempo real cómo marchan los procesos de cada una de las partes, todos los miembros deben avanzar al mismo ritmo.
Se consigue un importante ahorro en costes de infraestructura y la inversión económica se centra en sistemas de cloud computing y de copias de seguridad de todos los datos y archivos que se manejan para evitar cualquier pérdida, sustracción o efectos derivados de fallos técnicos o humanos que puedan poner en peligro el proyecto.
A nivel profesional se consigue una formación constante de los trabajadores que cuentan en todo momento con la opinión del resto de miembros aprendiendo de sus especialidades y compartiendo sus trucos e ideas de trabajo. Es decir, algo parecido a un brainstorming constante en el que poner en común conocimientos simultáneamente.
Pese a todas las ventajas, todavía existen muchas empresas reticentes al fomento de proyectos en los que todos los miembros pueden tener acceso a las mismas informaciones (miedo a filtraciones) y que requieren de un sistema de background y de almacenamiento de datos en la nube importante (rechazo ante inversión económica inicial).
Sin embargo, los resultados hablan por sí mismos: el trabajo colaborativo incrementa la productividad de los equipos, ayuda a formar a los profesionales participantes y abarata costes y tiempos de entrega ya que se trata de un trabajo en cadena constante que no tiene que esperar a que cada departamento realice su parte por separado.
Una forma de organizarse que además fomenta la conciliación de la vida laboral y profesional de los trabajadores que pueden trabajar desde donde quieran incorporándose en el momento que se precise.
