«En el único sitio donde éxito aparece antes que trabajo es el diccionario» Vince Lomabrdi

La movilidad empresarial es una de las grandes tendencias tecnológicas que actualmente están cambiando las compañías hacia novedosos modelos de negocio, al promover la innovación, nuevos entornos laborales y nuevas formas de colaboración tanto interna como externa, adaptando así todos los niveles y procesos de las organizaciones.

Las empresas que eligen poner en marcha un proyecto de movilidad empresarial se enfrentan el reto de mantenerse de ahora en adelante el mismo nivel de competitividad mostrado hasta la fecha. Así, el reto para los responsables del proyecto es mantener a los trabajadores seguros y a la vez satisfechos con la nueva modalidad. Y no es tarea fácil.

Por contra, esta ?movilidad? de las empresas reporta beneficios constatables en forma de mayores niveles de flexibilidad, productividad y competitividad.

El mundo está en constantes cambios

La mayoría de las compañías admiten que las personas son su recurso más importante y, a su vez, el más difícil de gestionar. Debemos poner especial énfasis en seleccionar el mejor equipo y ayudarle a ser lo más eficiente posible para garantizar nuestra competitividad.

Para atraer a los mejores tenemos que adaptarnos al nuevo entorno laboral. En el siglo pasado casi nadie hablaba de Internet, ni de redes sociales, ni de flexibilidad.

Iniciativas como los horarios flexibles, la movilidad, la conciliación de vida laboral y familiar eran aplicadas únicamente en algunas organizaciones que trataban de actualizar su gestión.

Sin embargo, hoy en día las empresas no pueden ignorar esas necesidades y deben ofrecer modelos de gestión de los recursos humanos adaptados al nuevo entorno tecnológico y a las nuevas generaciones para captar y retener talento.

Para ser competitivos necesitamos hacer conscientes a las personas de su implicación y rendimiento. Apelar a la corresponsabilidad, dotarles de herramientas que les ayuden, a gestionar su tiempo, focalizar sus esfuerzos en lo que realmente aporta valor a la compañía y tomar decisiones basadas en datos objetivos.

Debemos responsabilizar tanto a empleados como managers sobre sus resultados y los de sus equipos y optimizar nuestros procesos.

En definitiva, debemos promover un cambio cultural, modernizar y objetivizar nuestra gestión, aceptar y fomentar los cambios socio-empresariales.

Sólo de esta forma podremos implementar modelos eficientes que garanticen no sólo la competitividad sino también una optimización de costes en toda la organización.

Datos, métricas y movilidad empresarial

Conocer cómo se trabaja y en qué se emplea el tiempo de trabajo es necesario para adquirir una visión realista de lo que sucede en la empresa, tanto en lo concerniente a las personas/empleados como en lo que respecta a directivos y procesos de negocio.

Esta nueva generación de empleados de la que ya hemos hablado y que ya está accediendo a las organizaciones supone la punta de lanza de una tendencia imparable hacia la redefinición del puesto de trabajo, poniendo en la innovación la solución a la gestión del cambio porque no podemos quedarnos estancados sin perder talento y competitividad.

Para no perder competitividad en las organizaciones se recomienda contar con un modelo que tome datos, automáticos y objetivos sin la intervención humana. Un modelo de cuantificación del desempeño y de la gestión del tiempo tanto si las personas trabajan desde la oficina como si trabajan en entornos de movilidad empresarial. Se necesita esta visión innovadora en la gestión de las personas y equipos.

La inteligencia que se extrae de las métricas que proporcionan los indicadores aporta una visibilidad imprescindible para conocer si los comportamientos individuales de la plantilla, o de los equipos de trabajo que la componen, se encuentran alineados con los objetivos estratégicos de la organización. Además, estas métricas juegan un papel mucho más importante, ya que proporcionan la posibilidad de investigar cuáles son realmente los procesos de trabajo internos que mayor valor aportan dentro de la organización.

Una estrategia de movilidad empresarial consigue optimizar sus resultados apoyándose en la tecnología. Esta tendencia combinada con una estrategia de implicación y rendimiento por parte de los empleados hace que las organizaciones puedan adaptarse a este nuevo cambio cultural sin perder competitividad gracias a unas métricas objetivas de desempeño. Extraer lo mejor de cada individuo e impulsar el progreso es la clave de la competitividad y está al alcance de las organizaciones que quieran trabajar por ello.

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