La visión de una empresa establece metas, definiendo el camino por el que debe dirigirse y por ello sirve para, entre otras cosas:
- Guiar a la organización
- Orientar las decisiones estratégicas
La misión es la esencia de la organización y define conceptos relativos a la actualidad y el día a día de las acciones y decisiones que se han de tomar, tales como:
- Entorno
- Mercado
- Producto
Ambas, misión y visión, definen un destino y sientan las bases que posibilitan dirigir a la empresa hacia lo que busca llegar a ser en un futuro, hacia las metas que se quieren conseguir. Sin embargo, las dos plantean los mismos inconvenientes:
- No nos permiten saber si son o no realistas, no se sabe si son alcanzables.
- No definen el camino, no explican cómo llegar a él.
Alcanzar misión y visión: la clave es avanzar
La empresa, un proyecto, un producto... su gestión es como un ser vivo. John D. Wright, un famoso estadista decía que "una empresa es como una bicicleta: o te mueves o te caes". Y en el movimiento, en ese ímpetu por avanzar, está la clave de la mejora continua. Pero para poder lograrla falta algo muy importante: saber hacia dónde hay que dirigirse y asegurarse de que los pasos que se dan van en la dirección correcta.
Para lograrlo hay que averiguar si las acciones están alineadas con la misión y para eso es necesario definir objetivos empresariales.