Lo único que necesitas hacer para dejar de procrastinar
Solo hay una cosa que debes hacer si quieres dejar de procrastinar de una vez por todas.
La procrastinación puede llegar a ser muy frustrante. Precisamente porque sentimos que es algo que escapa a nuestro control. Cuando estamos cansados, o simplemente somos incapaces de centrarnos, parece que la procrastinación toma el control de nuestra mente y nos hace desperdiciar horas. Pero, evidentemente, esto no es así. Nuestra percepción nos la juega para que no afrontemos la realidad. Los únicos responsables de que procrastinemos somos nosotros mismos.
En internet, encontrarás infinidad de trucos para dejar de procrastinar. Pero muchos de ellos, al final no son más que eso: trucos. Puede que te den resultados a corto plazo, y que funcionen durante un tiempo, pero pronto dejarán de servirte. Como se suele decir, son pan para hoy, hambre para mañana. Lo verdaderamente crucial es tener un hábito, algo que se incorpore a tu día a día y sea, con el tiempo, una parte más de tu vida.
Por este motivo, solo hay una cosa que debes hacer si quieres dejar de procrastinar de una vez por todas: establece una rutina.
Una rutina: la clave para dejar de procrastinar
Si tienes gran facilidad para procrastinar, es probable que sea porque no tienes una rutina muy clara establecida. O que, si la tienes, la estas ignorando. En ambos casos, la mejor solución es establecer una rutina y tomársela en serio. Para ello, organiza tu día, y establece tiempos determinados para cada una de tus tareas. Determinar, por ejemplo, que empezarás una tarea a las 16:00, y pasarás a otra distinta a las 17:00, te obligará a prestarle toda tu atención a esa tarea.
En caso de que decidas distraerte, has de ser consecuente. Si una tarea se solapa con la siguiente, tendrás que ponerte las pilas. Todo depende de uno mismo. Si te tomas tu rutina en serio, seguro que no te gustará verte en la situación de terminar más tarde de lo que esperabas. Al final, lo mejor que te va a permitir una rutina a tu medida es la gestión óptima de tu tiempo. Esto va a repercutir sin ninguna duda en todos los aspectos de tu vida. Cuanto más se adapte a ti tu rutina, más podrás disfrutar cada segundo del día.