Las 7 claves de la rutina de los roles directivos de éxito
Ser un buen ejecutivo y propiciar el buen curso de la compañía no tiene nada misterioso o mágico.
En la cultura occidental, el número 7 tiene generalmente algo mágico y a él se atribuyen propiedades de todo tipo según cada tradición. Lograr el éxito, como se espera de las funciones atribuibles a los roles directivos, tiene más que ver con hacer las elecciones acertadas y promover los comportamientos adecuados, todo con el objetivo de asegurarse de que la empresa logre sus metas.
Este post trata sobre los roles directivos. Si te interesa este tema, te recomendamos nuestra guía gratuita sobre roles directivos:
Un buen directivo debería destacar en sus rutinas diarias por 7 características, que lo distingan de roles directivos más mediocres o con menor impacto:
1) Mejorar cada día: aceptar la evolución de la sociedad, de los mercados, de la técnica y adaptarse, seleccionando lo mejor de cada área e incorporándolo a los procesos de la organización. Apostar por la racionalidad en los cambios y no conformarse con la intuición, sino ir más allá, escogiendo la solidez de los datos para trazar el camino
2) Encontrar al equipo idóneo: una vez que el directivo ya conoce bien su entorno y lo comprende, debe rodearse de un equipo eficaz que, desde la armonía, garantice una sintonía impecablemente alineada con la visión empresarial. Para ello, le será necesario invertir el tiempo necesario en dicha búsqueda, minutos que habrá de arañarse de actividades rutinarias, que deberán delegarse, por el bien de la estrategia.
3) Reconocer el trabajo de las personas: la motivación conduce al compromiso y éste aumenta los niveles de productividad, a través de la eficiencia en el rendimiento. El reconocimiento es uno de los incentivos más económicos y a la vez más efectivos.
4) Tomar decisiones acertadas: la importancia de disponer de herramientas que proporcionen datos objetivos y fiables es crítica, como también lo es el medir impacto de las mismas en los resultados, que debería poder hacerse en todo momento, para garantizar el círculo virtuoso de la mejora continua.
5) Delegar cuando sea necesario: dar prioridad a la perspectiva estratégica y al análisis implica desvincularse en ocasiones del nivel operacional por el futuro de la empresa. Delegar en otros este tipo de responsabilidades no debe ser un inconveniente, si se ha elegido bien al equipo.
6) Escuchar a las personas: para conocer la opinión de todos, ya que cada idea puede aportar algo al proceso (y puede suponer una importante contribución al proceso de toma de decisiones) y porque todo el mundo necesita sentirse escuchado (y supone además un importante factor de motivación que fomenta la identificación con la misión de la empresa).
7) Transmitir su visión: las habilidades comunicacionales juegan un importante papel en los roles directivos. Transmitir la visión de la empresa mostrando entusiasmo y contagiando de él a todas las personas que reciben el mensaje, consigue infundirles la energía necesaria para lograr sus objetivos y contribuye a la construcción de una auténtica cultura de la empresa.
No existe un único modelo de líder, ni puede hablarse del directivo perfecto. Sin embargo, sí es posible hallar las cualidades mencionadas como elemento común entre los roles directivos más eficientes y también en la forma de actuar de los grandes líderes de negocios. Personalidad, carisma, implicación, racionalidad, ¿qué tipo de directivo es el que más identifica los roles de tu empresa?
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