El éxito empresarial pasa por saber adaptar las empresas a la realidad del presente. Y el presente pasa por una estandarización de la tecnología, tanto a nivel personal como laboral, así como un cambio en la mentalidad de trabajo mucho más dinámica y proactiva.
La realidad muestra también que los conceptos de trabajo clásicos donde el presencialismo era la base de la productividad ya no funcionan. Los nuevos modelos empresariales otorgan a los trabajadores los derechos de conciliación laboral propios de una sociedad avanzada y que se ajusta a las necesidades diarias.
En este contexto, la flexibilidad de la empresa es una característica que cada vez toma más fuerza y se tilda esencial. Es una medida de cambio que es ya imparable, y que obligará, más tarde o más temprano, a todas las organizaciones a adaptarse. Es una realidad y exige a las empresas una nueva forma de gestión. El éxito empresarial tiene que tener claras estas ideas y por intentar promover una política de flexibilidad que se adecúe a los tiempos actuales como el teletrabajo o la flexibilidad de horarios. Hay que saber valorar lo que estas medidas aportan y dejar atrás las ideas erróneas sobre la improductividad que provocan o los costos que supone. Puesto que lo que realmente aportan es todo lo contrario.
Los trabajadores que disfrutan de estas políticas están más motivados y activos en el trabajo, se siente más valorado y su adhesión a la organización es mejor. Lo que conlleva a un aumento de la productividad, con independencia del lugar desde el que trabajo o el horario por el que se rige.
La reducción de costes es real. Un empleado que trabajo un día a la semana desde casa, consigue ahorrar 100? al mes, y al mismo tiempo la empresa se ahorra alrededor de 3.000? al año. Datos que benefician a alcanzar el éxito empresarial.
Medidas de flexibilidad y cómo medirlas
La conciliación laboral, familiar y personal es un tema que está sobre la mesa desde hace muchos años. Pese a esto, España sigue estando relegada a una posición alejada de la implantación de este tipo de medidas en las empresas. Por parte de las organizaciones existe un cántico común que se basa en el problema de control sobre sus trabajadores si se adhieren a estas actividades y no acuden a la oficina en un tiempo regular o no pueden ver si realmente están trabajando. Esto es un problema con solución: medir.
Como hemos comenzado diciendo la tecnología es ya una herramienta esencial en los negocios. Y gracias a esta se hace viable las medidas de conciliación como el teletrabajo o la flexibilidad horaria. A lo largo de la última década se han desarrollado otras formas de control que no requieren de esa presencialidad tan valorada por los empresarios.
Esta forma de medir se efectúa a través de un programa que registra el comienzo de la jornada de trabajo del trabajador, que al tratarse de un software puede estar instalado en el ordenador de la oficina u otro dispositivo electrónico, en el caso de que el empleado trabaje desde casa. Estos programas no solo registran el comienzo de la jornada sino que permiten conocer los programas que estos están empleando durante la jornada laboral. Con esto también es sencillo gestionar la flexibilidad de horarios, pues el programa recogerá las horas que ha estado trabajando. Sin necesidad de estar continuamente informando de cuando se comienza y deja de trabajar. De esta forma los directivos de la organización obtienen datos objetivos, automáticos y a tiempo real sobre el trabajo de su plantilla.
En suma, las empresas pueden establecer políticas de flexibilidad con facilidad y rapidez. Las cuales no solo benefician a empleados y organización, sino que los clientes también valoran de manera positiva este tipo de medidas.