Indicadores de productividad: cuantitativos y cualitativos
Hace un tiempo hablamos de los indicadores de productividad y en qué consisten exactamente. También exploramos cómo analizarlos mediante el business intelligence aplicado a la empresa, para mejorar el desempeño laboral de los trabajadores. Pudimos comprobar el siguiente hecho: hay cientos de indicadores de productividad, debido a multitud de factores: el tipo de empresa, el puesto que se ocupa en la misma, y las tareas que se realizan en esos puestos. Sin embargo, es cierto que algunos son comunes en todas las empresas. Saber aplicarlos a nuestra organización nos ayudará mucho a cumplir nuestros objetivos empresariales en el tiempo que deseamos.
Vamos a ver algunos ejemplos de los dos tipos de indicadores de productividad que hay: los cualitativos, y los cuantitativos.
Indicadores de productividad cuantitativos
Estos indicadores de productividad siempre se basarán en cantidades o tiempo. Es en lo que la mayoría de las compañías se basa para medir la productividad de la empresa, de un equipo o de un producto. Siempre se basa en un cociente entre cantidad y tiempo empleado. Estos indicadores nos permitirán crear nuestra propia fórmula de la productividad, adaptada a nuestra compañía.
Por ejemplo, podemos medir el índice de productividad de una cadena de montaje, dividiendo la cantidad de piezas producidas por el tiempo que se ha empleado en producirlas. Este índice nos dirá que tan productivos somos en cantidad, en velocidad de fabricación.
Lo mismo sucede en una oficina, donde un administrativo que tenga que responder correos electrónicos, puede responder una cierta cantidad de ellos en un tiempo, y ver además como aprovecha ese tiempo (pausas, distracciones, interrupciones, etc.).
En el ámbito comercial, sin ir más lejos, también hay un indicador de productividad cuantitativo, y puede verse en cantidad de ventas realizadas, o en cantidad de dinero ingresado con esas ventas, en un tiempo determinado.
Indicadores de productividad cualitativos
Estos indicadores de productividad se basan en la calidad del producto o servicio que se ofrece, y están muy ligados a la eficiencia de nuestra productividad, y no en la cantidad que se produce.
Sigamos con los ejemplos anteriores, y veamos que sucede en esa cadena de montaje, cuando lo analizamos cualitativamente. En este caso tenemos dos cadenas paralelas, misma pieza a fabricar. Se mide la cantidad de piezas fabricadas en una hora, y de esas, se cuentan cuales son buenas y si hay defectuosas. El cociente de ambas nos crea un indicador de productividad sobre la calidad de nuestro producto.
Esto es tan importante como para saber que una cadena que produce 300 unidades en una hora, de las cuales 50 son defectuosas, es menos productiva que una que produce 270 y solo 10 defectuosas. Muchas veces, más cantidad no significa mayor productividad, ya no solo por las piezas correctas, sino porque las incorrectas, o hay que arreglarlas manualmente, o hay que reciclarlas, y ambas cosas tienen un coste.
Si trasladamos esto al administrativo, la verdad es que lo importante no es la cantidad de correos que responda, sino la eficiencia de sus respuestas, los problemas que solucione a la empresa con ellas, y el trabajo que ahorrará posteriormente para corregir problemas que no se hayan subsanado vía correo electrónico.
En cuanto a los comerciales, podría aplicarse de un modo similar, pensando en las ventas, pero también en los costes que genera esa venta. Es decir, un comercial que venda un a cantidad de cierto producto, pero que no haya calculado bien el margen, o surjan imprevistos que no ha contemplado (transporte, embalaje, modificaciones especiales), incrementa el coste y reduce el dicho margen, lo que reduce el beneficio y por tanto, la calidad de la venta ha sido baja.
El error más común con los indicadores de productividad
La mayoría de empresas se obsesionan con las cantidades para medir su productividad, y olvidan los indicadores de productividad cualitativos a la hora de analizar el funcionamiento de la empresa. Este error, que es muy común, hace las diferencias entre empresas que tienen una marca fuerte, y empresas con una marca más débil, que quizá tienen más capacidad de producir y de facturar, pero cuyos beneficios no son tan elevados. Debe haber un equilibrio entre cantidad y calidad para que una empresa pueda progresar adecuadamente y sin hacer tantos esfuerzos por fabricar más.
¿Conoces otros indicadores de productividad o en tu empresa usáis otros diferentes? ¡Dinos cuales son!