La importancia de compartir la visión de negocio
Comparte la misión y visión de tu organización con el resto de indiviuos para sentar las bases de transparencia y visión de tu negocio.
El liderazgo empresarial expande su alcance cuando se fomenta un clima de corresponsabilidad y confianza mutua. Uno de los métodos para sentar las bases de este tipo de actitudes es el compartir la visión de negocio, ya que de esta forma se está transmitiendo seguridad y transparencia a los equipos de trabajo. La información debe ser accesible para todos.
Hay diferentes tipos de liderazgo empresarial pero la cercanía de un líder se hace tangible en decisiones de este tipo, donde se consiguen resultados más en la línea de «todo lo que se puede hacer» que en el simple «lo que se tiene que hacer», ya que es la implicación individual la que, desde el propio convencimiento, contribuye a lograr los objetivos planteados, siempre realistas y alcanzables.
Las métricas y objetivos hacen posible la mejora continua y constituyen la única manera de acercarse a la excelencia empresarial. WorkMeter entra en juego en este punto, gracias a su panel de objetivos, una herramienta que, además de permitir visualizar los indicadores más importantes de un sólo golpe de vista, hace posible mantener un control sobre la propia actividad en base a las metas planteadas.
Nuestra visión, nuestra misión
¿Por qué centrarse en lo que se tiene que hacer en vez de en lo que se puede hacer? Las ventajas de este segundo planteamiento, que muestra una mejor predisposición hacia el trabajo y un sentimiento de identificación con la empresa mucho mayor, son incontables; pero, para lograr que cada individuo adquiera este punto de vista, es necesario abrirse y ser transparente.
Hay que compartir con las personas el motivo por el cual trabajan, transmitiéndoles claramente los objetivos generales, la misión y la visión y no sólo los objetivos específicos. Abrirles los ojos a una perspectiva más global, más estratégica conciliará sus aptitudes con su desempeño.
Imponer una lista de tareas y exigir su cumplimiento es un planteamiento del pasado que ya no funciona, ya que provoca la pérdida de motivación. Está comprobado que los resultados mejoran cuando se hace a las personas partícipes del proyecto y se les pide caminar juntos hacia unos objetivos.
Teniendo objetivos grupales, el empleado puede detectar en qué punto se encuentra él y compararlo con los objetivos del resto de su equipo. Es muy importante fomentar este ambiente de transparencia y ayudar a que las personas tengan acceso a sus datos y al de sus equipos.
Un compromiso bidireccional
Las personas sólo pueden lograr el compromiso que de ellas se espera si se sienten involucradas en el proceso y si se reconoce su aportación y esfuerzos. El éxito depende de la capacidad del líder a la hora de saber cómo implicar a las personas en el desarrollo de la empresa:
- Compartiendo con ellos la realidad del negocio: un empleado necesita saber, no sólo cuáles son sus objetivos, sino también cómo el cumplimiento de los mismos contribuye a la consecución del objetivo departamental y a su vez al del corporativo, acercando la misión y la visión. Sólo así es posible alcanzar a comprender cómo los propios esfuerzos y objetivos intervienen e influyen en cuanto al proyecto global.
- Dándoles inputs: los objetivos individuales son el GPS del empleado, la guía que le lleva al destino correcto. Contar con esta estructuración es prueba de que la excelencia y la mejora continua está implementada en la organización. Y existe cuando se trata de objetivos medibles y cuantificables, que además se comparten con los empleados, al igual que se comparte la misión y visión.
- Escuchando sus propuestas: porque de esta forma el individuo se siente valorado e integrado. Y esto es tarea del líder.
Una empresa con las personas alineadas con la dirección es una empresa en la que los individuos saben qué se espera de ellos y qué tienen que hacer, y donde los departamentos junto con todos sus integrantes cuentan con objetivos realistas, transparentes y carentes de desviaciones. Tras la visión y la misión de la empresa, están los objetivos estratégicos.
En uno de los libros que se sugieren en este blog, «Llevando a tu equipo contigo», David Novak, el autor, propone los siguientes fundamentos:
- Establecer metas ambiciosas.
- Motivar a los colaboradores y fomentar el trabajo en equipo.
- Celebrar la consecución de resultados una vez alcanzados los objetivos.
El secreto consiste en repetir esas pautas una y otra vez hasta que la excelencia se convierta en una constante de la cultura corporativa, sin dejar de trabajar en el mantenimiento de este flujo de comunicación bidireccional que es la base del crecimiento.
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