Entiende cómo eres
No existen principios universales sobre productividad. Párate un momento y empieza por entender cuál es tu propio estilo productivo. Intenta entender cuál es la manera más eficaz para alinear tus estrategias laborales con tu estilo cognitivo. Puede que ya lo estuvieses haciendo de forma inconsciente pero ayuda saber qué tipo de persona eres: ¿Te gusta planear? ¿Eres más de corregir errores?, ¿Prefieres visualizar situaciones? ?
Organízate
No puedes terminar tareas si tu vida es un desastre. Empieza por tu contexto más inmediato: ordena y limpia tu escritorio y organiza tu horario y agenda (recuerda que todos tenemos un montón de reuniones, amigos, asuntos familiares, citas y otros asuntos pero no todos tienen la misma importancia? Tener un plan visual con todas tus prioridades y objetivos te ayudará a avanzar en la dirección adecuada y, sobre todo, te orientará cuando no sepas hacia dónde ir.
Organizarse es primordial, sobre todo para aquellos que teletrabajéis ya que contar con un ambiente de trabajo adecuado influirá en vuestras horas productivas y eficiencia. Échale un vistazo a estos consejos para trabajar desde casa de forma más eficiente
Controla tu tiempo
Cuando hayas gestionado tu contexto de trabajo y tus prioridades empieza a pensar en la forma en la que estás gestionando tu tiempo. Primero, sé consciente de que no eres esclavo de tu tiempo, empieza a controlarlo: Imponte normas y límites para evitar perder horas en actividades que te roban demasiado tiempo. Tampoco permitas que los ladrones del tiempo actúen en tu vida, evita el uso indiscriminado de emails, reuniones, interrupciones, llamadas innecesarias?acciones que podrían parecer irrelevantes como desactivar las notificaciones de aplicaciones de nuestro teléfono pueden tener un efecto directo en nuestra productividad ya que evitan que tengamos interrupciones innecesarias.
Aprende a decir NO
Tienes que aprender a negarte sin alienar a la gente. Sé selectivo con las reuniones y los eventos a los que acudes, los proyectos y las tareas que tienes que realizar e incluso con qué clientes decides trabajar. Puede que seas reacio a alejarte de las oportunidades de negocio, pero tienes que ser consciente de que hay momentos en los que es mejor dejar marcha a un cliente problemático.
Saca el máximo partido de tu tiempo
Ten en cuenta que incluso algunos de los eventos de networking más prestigiosos pueden ser una completa pérdida de tiempo. Las pausas entre las reuniones son momentos fantásticos para terminar ese informe de gastos, esbozar tu próxima presentación? e incluso mientras viajas puedes optimizar tu tiempo utilizando el manos libres durante tus llamadas o escuchando libros de audio o podcasts relacionados con tu trabajo.
Además, recuerda que tus horas productivas fluctúan a lo largo del día, así que programa tus actividades para alinearlas con los momentos en los que más energía tengas. No todos somos iguales, así que intenta saber si eres un búho o una alondra y gestiona tus actividades en función de eso. Además intenta mantener tus niveles de energía comiendo, hidratándote y descansando correctamente.
Evita la multitarea
Los expertos recomiendan centrarse en una cosa a la vez en vez de realizar múltiples tareas al mismo tiempo para aumentar la efectividad.. Recuerda lo bien que te sientes cada vez que consigues tachar cada actividad de tu lista de tareas que consigues finalizar. También es importante que aprendas a regular tus emociones, por lo que meditar unos minutos al día o tener pensamientos positivos a lo largo del día o antes de acostarte pueden tener un impacto notable en tu bienestar y atención.
Establece tus propias recompensas
Habrá momentos en los que te falte la motivación y las ganas suficientes para ponerte con tareas que necesitas llevar a cabo. Para ello, un truco que no suele fallar es la de ofrecerte pequeñas recompensas a cambio de realizar la actividad en el tiempo marcado. Por ejemplo organiza una quedada con ese amigo que hace tanto que no ves si terminas el informe que tanto te asusta a tiempo, o prométete disfrutar del próximo partido si consigues alcanzar los objetivos que te habías marcado. No importa las recompensas que decides elegir, sabrás que el sistema está funcionando cuando tu lista de tareas ya no incluye obligaciones que habías estado retrasando.
Motívate
La forma en la que te diriges a ti mismo influye en tu productividad. Recordarte una frase tan simple como ?puedes hacerlo? o ?tú puedes con esto? te ayudará a adoptar un estado mental en el que sepas cómo superar los obstáculos que se presenten más rápidamente y de mejor humor. Motívate a ti mismo para mejorar tus resultados.
Motiva a tu equipo
Como manager no solo te tienes que centrar en ti, sino que tienes que mantener a tu equipo productivo. Recuerda que tus empleados se distraen con la misma facilidad que tú, por lo que adopta un tono y un ambiente de trabajo que saque lo mejor de cada empleado.
Descansa
Aunque pueda parecer contradictorio, entiende que para ser más productivo a veces te tienes que alejar de tu trabajo. Recuerda que el descanso es tan importante como el tiempo de trabajo para volver a él con las pilas cargadas al cien por cien.
Estamos seguros de que si pones en práctica estos sencillos trucos mejorarás tus horas productivas. No solo en tu trabajo, sino en tu vida diaria. Con las mismas horas al día, podrás alcanzar los objetivos que te propongas y tener tiempo para ti y para los tuyos? Adelante!