Conoce cuáles son las cuatro fases principales para implementar un programa de teletrabajo en tu empresa.
Implementar la cultura de trabajo en base a cuatro fases que te proponemos te permitirá realizar una evaluación del desempeño más eficaz y personalizada a las características de tu empresa. En orden cronológico, se trata de comenzar por un Programa Piloto, seguido por una fase de Seguimiento y Evaluación. Después, debes continuar por ajustar y definir tu plan inicial y, por último, desplegar el proyecto al resto de la organización.
1. Programa Piloto
Para asegurar el éxito de la implementación de un programa de teletrabajo es aconsejable empezar llevando a cabo un proyecto piloto, ya que este programa te permitirá validar el buen funcionamiento, los beneficios esperados, y si se cumplen las expectativas iniciales.
En la fase Piloto el objetivo es realizar el despliegue en un grupo reducido de personas que te permita detectar las necesidades reales y los riesgos, valorar la tipología de teletrabajo o movilidad más adecuada, etc. En definitiva, se trata de llevarlo a cabo en un entorno controlado donde las personas sepan que se está en fase de experimentación y que su implicación es determinante para poder realizar un despliegue mayor posteriormente.
2. Seguimiento
En la fase de seguimiento, el objetivo es analizar cómo está funcionando el piloto implantado: si se están logrando los objetivos que se marcaron, si el nivel de satisfacción de las personas del programa piloto es el deseable para esta iniciativa, si el nivel de productividad va aumentando progresivamente, etc. Para una evaluación eficaz del desempeño, el seguimiento se volverá a realizar también después de haberse implementado en la organización, ya que la evaluación del desempeño es imprescindible para saber dónde nos encontramos respecto a los hitos que se habían marcado al inicio. De esta forma, podrás planificar acciones correctoras de manera sencilla y no irás a ciegas en tu programa de teletrabajo.
3. Ajustes y definiciones
Tras la fase de seguimiento, llega la hora de realizar ajustes y definiciones. En esta fase y una vez que has medido el desempeño, se inicia un ciclo de mejora continua, ya que siempre habrá ajustes y definiciones que implementar tras todo proceso de análisis. Es decir, pueden cambiar las circunstancias, también pueden variar las necesidades detectadas al inicio o se pueden haber detectado otras distintas. A su vez, puede ocurrir que se concluya que el modelo diseñado necesita pequeñas modificaciones para ser efectivo. Es decir, tras realizar el seguimiento tienes que ver qué es lo que necesita tu empresa para trabajar de forma más efectiva.
En esta etapa hay que decidir la tipología de modelos de teletrabajo que se van a implantar. Esta decisión tasada se basará en torno a la experiencia vivida y los resultados obtenidos del programa piloto, durante el cual se tienen que haber probado diferentes modalidades.
4. Despliegue del proyecto
Por último, una vez realizados los ajustes, hecho las definiciones, pulidos los indicadores y con un objetivo ya claro, es el momento de realizar el despliegue a toda la organización o al resto de áreas que se haya definido. Aquí el papel de la comunicación interna es vital, ya que supondrá la palanca que genere el cambio si se maneja bien o puede ser un muro infranqueable que nadie esté dispuesto a saltar si se maneja mal.