Retribución y felicidad son los factores fundamentales a la hora de garantizar la continuidad de las personas en sus puestos de trabajo
Según un reciente estudio elaborado por Towers Perrin, sólo un 19% de los empleados españoles se sienten totalmente comprometidos con la empresa para la que trabajan. Esta encuesta también revela que aquellos empleados más comprometidos con su compañía se sienten preparados a contribuir más y mejor en la consecución del éxito de la organización.
La gestión de talento humano es una de las principales preocupaciones que tienen las empresas españoles hoy en día, así como la retención y fidelización de sus empleados. Esto pasa por crear una plantilla estable dotada con la mejor cualificación y competitividad posible, no sólo con el objetivo de reducir la rotación de personal a través del compromiso. Para ello, la compañía tiene en su poder un elemento clave: la motivación.
La motivación debe ser uno de los ejes principales en la estrategia de gestión de talento dentro del departamento de recursos humanos. Motivar a través de: reconocimiento del trabajo bien hecho, planes de formación o gestión por competencias. Esto es la teoría. A la hora de la verdad, el motivador principal que va a tener el empleado es la retribución económica. O al menos, ese era el más importante durante los últimos 30 años. Actualmente, esta percepción está cambiando y los trabajadores empiezan a solicitar medidas laborales más flexibles o beneficios no monetarios. Sólo un aumento de salario ya no es suficiente para retener a un trabajador.
La retribución flexible ha ido ganando peso en los últimos años como estrategia para los responsables del capital humano en las organizaciones. Cualquier bien o servicio que la compañía ofrezca al empleado para disfrutar en su tiempo libre puede tratarse como retribución flexible. Así pues, tenemos varios ejemplos como cheques guardería o restaurante, coches de empresa, formación MBA complementaria, viajes con noches de hotel incluidas, aumento en los días de vacaciones etc. Con todo este abanico de posibilidades, las empresas tienen en su mano una herramienta muy potente para fidelizar y motivar a su plantilla.
Dentro de las diferentes opciones, y siempre según este reciente estudio, los empleados españoles prefieren para recibir su retribución flexible:
- Coches de alquiler o empresa: 91%.
- Cursos de formación: 60%.
- Viajes, ordenadores o electrodomésticos para el hogar: 41%.
Pero no sólo la retribución flexible es lo que más interesa a los empleados españoles. Ante la cada vez más frecuente imposibilidad de incrementar salarios, las personas valoran de forma muy positiva cualquier medida de concilación que les permita equilibrar mejor su vida familiar y laboral. Por un lado, cada vez son más las mujeres que siendo madres, trabajan fuera de casa, constituyendo así el 50% del talento en las organizaciones. La meta es la mismo que con la retribución flexible: reducir la rotación de personal y mantener el talento en la empresa mediante la satisfacción de una necesidad real del empleado.
La conciliación no solo es favorable para el empleado sino también para la propia compañía. Está demostrado que facilitar la conciliación provoca aumentos de la productividad de entre un 10 y un 30%, por lo que estrategias como el teletrabajo o la flexibilidad horaria deberían empezar a estar cada vez más presentes en los pensamientos de los directores de recursos humanos.