Estamos transitando un cambio de paradigma en la relación trabajador-compañía y esto repercute en el modo de trabajar. Está comprobado que otorgar mayores libertades ? y al mismo tiempo más responsabilidades ? a los empleados, más que suponer un riesgo implica mayor compromiso por parte del trabajador.
?Los empleados empoderados tienen el poder de tomar decisiones sin un supervisor. Tienen derecho a salirse del guión, romper las reglas, hacer lo que mejor les parezca, si creen que es lo correcto para el cliente. Más que cualquier otro tipo de empleado, el empleado empoderado es capaz de crear un sentimiento, y en última instancia, dar mucha mayor lealtad al cliente?, así explica el bloguero Simon Sinek, en su artículo The Empowered Employee, la importancia de la autogestión y por ende el empoderamiento de los empleados de una compañía.
Siguiendo la línea del apartado anterior, estamos transitando un cambio de paradigma en la relación trabajador-compañía y esto repercute en el modo de trabajar. Por el contrario de lo que sostienen algunas empresas tradicionales, el hecho de otorgar mayores libertades ? y al mismo tiempo más responsabilidades ? a los empleados, más que suponer un riesgo implica mayor compromiso por parte del trabajador.
Es importante saber que un empleado empoderado siempre se compromete con la empresa y sirve de embajador para la marca. Esto trae muchos beneficios, como ser: el aumento de la productividad del empleado, la mejora del servicio que se brinda a los clientes (en caso de trabajar en atención al público), el constante desafío y búsqueda de nuevas estrategias para afrontar dificultades, la disminución del ausentismo laboral y la mayor implicación en los proyectos propios y de los compañeros.Cuando un profesional puede gestionar su propia carrera profesional, y tomar real consciencia de la dirección que esta toma, comienza a valorar más su trabajo y hacerlo de mejor forma. Sin dudas, la nueva gestión de recursos humanos tendrá la tarea de orientar ? o reorientar - a los distintos responsables de las secciones correspondientes para que apliquen estas medidas a sus subordinados, en busca de un mejor rendimiento de la organización.
Ahora bien, empoderar a los empleados implica también un compromiso y un cambio de mentalidad por parte de los directivos. Algunas acciones fundamentales deben tenerse en cuenta para garantizar la autogestión de los trabajadores.
Consejos en la nueva gestión de los recursos humanos
La gestión de recursos humanos deberá tener en cuenta los siguientes puntos:
- Delegar tareas de forma clara y concisa, demostrar confianza es fundamental al momento de traspasar responsabilidades
- El respeto mutuo: la clave para cualquier relación. Dedicar el tiempo que corresponde a las reuniones con los empleados, escuchar sus dudas y ayudar a llevar adelante nuevos proyectos es fundamental para que cada trabajador se sienta cómodo y que es realmente útil en su rol.
- Renunciar al poder y favorecer a la autonomía. A veces el trabajador percibe que aquellas responsabilidades que se le conceden no son del todo reales, es por eso que los directivos deben asegurarse que realmente renuncian a parte de su poder para garantizar la verdadera autonomía de los empleados
- Autogestión del tiempoLa confianza tiene sus límites. Está bien ?ser el jefe guay? y compartir responsabilidades con los empleados, pero la autogestión se desarrolla adecuadamente cuando se mantienen ciertos status dentro de la compañía.
Para gestionar sus propias tareas y responsabilidades sin necesidad de supervisión, los empleados deben tener en cuenta el factor tiempo. La autogestión del tiempo es fundamental para garantizar la productividad de nuestra jornada laboral.
Los principales problemas en materia de gestión del tiempo suelen ser la falta de objetivos claros, la ?reunionitis? o aquella supuesta necesidad de mantener reuniones a diario (las reuniones improductivas roban unas 30 horas mensuales por trabajador), abuso del e-mail (se llega a abrir un promedio de 20 veces en una hora), las interrupciones excesivas (se sufren unas 56 al día), la falta de planificación, la incapacidad de priorizar y delegar responsabilidades. Además, los datos obtenidos por software de medición del rendimiento expresan que la media de trabajo en la misma aplicación de forma ininterrumpida, no suele ser nunca superior a un minuto.
La clave del rendimiento de un empleado empoderado es, entonces, no solo la actitud de los directivos de delegar responsabilidades en él, sino también el modo en que ese trabajador se hace cargo de las tareas asignadas. Es por esto que la buena gestión del tiempo es uno de los elementos centrales para poder garantizar el éxito del nuevo rol.