El liderazgo emocional, una de las claves en época de crisis
Desde hace más de cuatro años vivimos una situación de despidos laborales, predicciones económicas negativas y peores augurios. En este contexto de negatividad las empresas deben luchar cada día con los resultados y la moral de los empleados, que está por los suelos.
El entorno emocional de las empresas se erosiona día a día, en palabras de Pilar Jericó, especialista en el análisis del talento y la gestión del miedo, el continuo convivir con noticias negativas absorbe energía a las personas, crea una sensación de inseguridad y miedo y un estado de ánimo negativo.
En este contexto, la creación de entornos emocionales positivos es básica para sobrellevar la situación y darle la vuelta, devolviendo a las personas el optimismo y la motivación. El líder que sabe gestionar las emociones y que influye positivamente en su equipo podrá incrementar la productividad de las personas y la competitividad de la empresa.
Pilar Jericó define el miedo como un temor ?sano? cuando está asociado a la prudencia, pero puede convertirse en un miedo ?tóxico? y paralizante cuando se convierte en la emoción que domina la persona y le impide sobreponerse y buscar una solución a sus problemas. Según sus propias palabras, en el mundo de la empresa hay cinco factores que pueden infundir miedo: no llegar a fin de mes, temor al cambio, al fracaso, al rechazo y a la pérdida de influencia o el poder.
El miedo procede de más de dos millones y medio de evolución del cerebro humano y es una emoción tremendamente contagiosa porque se relaciona con la supervivencia. Según Jericó, no podemos dejar de sentir miedo, por lo tanto debemos aceptar que forma parte de nuestras vidas, sobreponernos y aceptarlo como el primer paso para salir de la situación que nos angustia.
Frente al miedo, las empresas necesitan líderes que sepan gestionar emocionalmente sus equipos, generando confianza y transmitiendo mensajes positivos. Un líder en época de crisis no tiene porque ser el mismo que en épocas de bonanza, las empresas deben encontrar la persona que influya de forma positiva en la vida de su equipo para inspirarles y sacar lo mejor de cada uno de ellos.
Los líderes de hoy en día deben aprovechar el talento como un activo de la empresa y no del jefe, ser capaces de escoger los mejores trabajadores y gestionarlos emocionalmente, con visión estratégica y generosidad. Y ser coherentes, dando ejemplo, valor que cobra más importancia si cabe en estos tiempos.
La gestión emocional de las personas es una de las claves para impulsar la competitividad de las empresas y en tiempos de recesión debe convertirse en patrimonio de empresarios y managers. Tener líderes capaces de generar más confianza, más motivación y más autoestima permitirá reducir el miedo en las empresas y crear un entorno emocional positivo que influirá en el desarrollo de las personas y la evolución de las empresas.