El concepto de control, horario o de actividad, puede ser abordado desde puntos de vista muy diferentes. El control como medida de poder dista mucho del que se ejerce como vehículo de gestión. La forma de hacerlo nos da la pista: mientras que en el primer estilo de control se actúa de forma unidireccional y se obvia la comunicación; en el segundo modelo se participa (modo bidireccional), se consensuan las decisiones y se actúa con total transparencia.
El control horario se encuadra en el ámbito de una organización más arcaica, excesivamente jerarquizada y poco flexible; el trabajo por objetivos, corresponde a una empresa adaptada a los nuevos tiempos y con un estilo de liderazgo donde primaría la gestión por objetivos empresariales.
EffiWork, el software de medición de productividad de WorkMeter, aboga por políticas donde la claridad y la comunicación sean la base, para lograr relaciones más fluidas y una forma mucho más directa y efectiva de abordar los objetivos y alinearse con la estrategia de la compañía y por eso:
- A la vez que permite controlar la actividad, también ayudar en la gestión de objetivos. Todo dependerá del tipo de management de la empresa.
- Hace posible controlar y gestionar esta actividad, tanto la online como la offline, obteniendo datos del tiempo dedicado a reuniones, desplazamientos de trabajo, descansos, interrupciones, documentación, etc.
- Defiende que no es necesario un control de la actividad cuando las personas trabajan por objetivos.
- Afirma que, en tiempos del empleado 2.0, no existe un solo sitio de trabajo porque el trabajo no es un lugar, sino una actitud. Desde el trabajo en el campo hace más de dos siglos, sin separación de la vida personal y familiar, hasta la revolución industrial la sociedad vivió cambios importantes. Pero estas transformaciones se han acelerado en las últimas décadas y, desde la introducción del horario fijo hasta la aparición del trabajo del conocimiento, la revolución silenciosa que ha tenido lugar ha dejado una huella importante e indeleble, que hace que ya no sea posible retroceder. Hoy día, gran parte de las tareas en una oficina no requieren la presencia de otras personas y con la tecnología actual se pueden llevar a cabo en cualquier sitio y momento.
- Entiende que todo el mundo trabaja desde cualquier lado gracias a los dispositivos móviles. Gestiones laborales y personales se entremezclan continuamente como muestran los siguientes datos de un estudio realizado por Forbes y la consultora Gyro a 543 empleados, de los cuales el 65% eran directivos:
- 98% envía emails de noche o en fin de semana.
- 63% comprueba su correo cada hora o cada dos horas, fuera del horario laboral.
- 53% se levantó mientras comía por una llamada de trabajo.
- 59% tomó decisiones de negocios estando en casa.
- 3% no ha hablado o enviado/recibido mail durante sus vacaciones.
- 98% de personas han tenido que gestionar asuntos personales desde la oficina.6. Permite fijar objetivos de trabajo. Podríamos hablar de dos tipos, prácticos (objetivos operativos que pertenecen al ámbito individual de cada empleado) y estratégicos (dependientes de la empresa en mayor medida) como los siguientes:
- Objetivos operativos: gestión del tiempo y de las tareas, evitando ladrones de tiempo (uso correcto y no abusivo del e-mail, reuniones, gestión de las interrupciones, etc.).
- Objetivos estratégicos: como los de actividad y productividad (aplicables a ventas, llamadas, registros de calidad, etc.) que se establecen partiendo de indicadores basados en datos reales y en combinación con otras plataformas (como CRM, gestor de proyectos, llamadas, ventas, incidencias, registros de calidad, etc.), si fuese necesario.