El eterno debate en torno al control de personal (y más ahora que estamos en plena crisis y las empresas buscan optimizar su rendimiento) ¿debo controlar más a mis trabajadores? ¿Debo capar las redes sociales? ¿Debo limitar el acceso a según qué contenidos en la red? Pues como todo en esta vida, depende. Depende de muchos factores, pero si sería interesante romper con las tradiciones del pasado y dejar de tratar a los empleados como a niños, pues son adultos responsables, y por tanto debemos tratarles como tal.
Qué dice la ley sobre el control de personal
"El Estatuto de los Trabajadores establece que el empresario podrá adoptar las medidas de vigilancia y control que estime más oportunas para verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales, siempre que sean necesarias para el correcto desenvolvimiento de la actividad productiva y respeten el derecho a la intimidad de los trabajadores."
El problema reside en la palabra «control» y sus connotaciones negativas. Sería más acertado utilizar el término «supervisar». Aún con todo, esta supervisión al empleado puede convertirse en un arma de doble filo para la organización ya que el control constante puede generar un mal clima laboral, crispación y altas niveles de desmotivación en la plantilla, provocando un efecto devastador en el rendimiento o competitividad.
Muchas empresas tienen una concepción equivocada o desconfiada de sus trabajadores y por eso, lamentablemente, son muchas las que cada vez más limitan o prohíben el acceso a diferentes herramientas y contenidos que ofrece la red. Para frenar internet, se bloquea su acceso a los empleados. Para forzar al cumplimiento de los horarios, las empresas colocan máquinas de fichar. ¿Esto es necesario?
Todas estas acciones, al contrario de lo que pueda parecer a priori, no se traduce en unos incrementos de la productividad al obligar al trabajador a estar más concentrado en sus obligaciones, sino que limita las posibilidades de trabajo de los propios empleados además de generar desconfianza y desmotivación al no sentir el respaldo de la empresa.
No vayamos inspeccionando cada descanso que hacen. De hecho, los expertos recomiendan que cada persona necesita tomarse unos minutos de relax cada cierto tiempo para desconectar y relajar la mente. Mientras los fumadores en estos periodos salen a fumar, los no fumadores pueden ir a tomarse un café, entrar en Facebook, consultar las noticias de su equipo favorito o realizar algunas llamadas personales. Eso sí, siempre de unos límites u horarios establecidos que pueden ser pactados de mutuo acuerdo entre la empresa y el trabajador.
Los empleados no son niños y por tanto no hay que tratarlos como tales. Bloqueando Internet, las personas se sienten menos partícipes del proyecto y eso genera a la vez recelo y falta de productividad. Las empresas deben saber educar, motivar y gestionar el recurso más valioso que tiene: las personas. Podemos dejar manga ancha a nuestros empleados sin perder un ápice de productividad laboral.
Una forma de lograr este equilibrio de flexibilidad laboral puede ser dejando un margen de tiempo puntual para cosas ociosas. En este tiempo, el trabajador podrá acceder a toda esta información que no encaja dentro de su horario laboral. Podrá mirar vuelos, las fotos del fin de semana y programar vacaciones. Esto genera que deba haber una buena comunicación para conceder los accesos de forma libre a la red. Se deben establecer horarios por persona o departamento, aunque puede resultar un engorro si hablamos de pequeñas y medianas empresas con poca capacidad de recursos.
En definitiva se trata de otorgar más flexibilidad al puesto de trabajo y aplicar la autogestión del tiempo. Se trata de tener a tu plantilla motivaday reconocerle su esfuerzo e implicación de su trabajo. Debemos tratar de mostrarles que confiamos en ellos y que no necesitamos estar encima de ellos para que sean eficientes. Como dije al principio, es cuestión de tratarlos como los adultos responsables que son.
La autogestión como alternativa al control de personal
Ofrecer a los empleados datos sobre su propio desempeño laboral, les permitirá entender cómo optimizar su estrategia de trabajo, reconocer sus niveles de productividad y los momentos en los que son más o menos productivos durante su jornada. Herramientas como EffiWork, el software de medición de productividad de WorkMeter, facilitan la obtención y visualización de estos datos.