Cómo luchar contra los ladrones de tiempo internos y externos
Ladrones de tiempo externos
– El email o correo electrónico es uno de los peores ladrones de tiempo que existen actualmente. Si sigues las recomendaciones que te proponemos el tiempo medio por actividad pasará de 1 minuto a 3 minutos como media.
– El teléfono, al igual que el correo electrónico, Internet o las redes sociales, es una herramienta más que tenemos a nuestro alcance y debe facilitarnos el trabajo, pero no al contrario. Toma medidas que te ayuden a hacer un uso correcto del mismo.
– Las reuniones eficaces son productivas. Haz el check list y comprueba si las tuyas lo son. Recuerda ajustar la duración, hacer hincapié en la preparación y lograr el compromiso de los asistentes a la hora de respetar los roles de unos y otros y de aportar valor a la misma.
Ladrones de tiempo internos
– Reformula la manera en que te relacionas con la red y comienza a usar Internet de forma inteligente.
– No pospongas tus tareas y empieza hoy mismo a luchar contra la procrastinación. El primer paso es descubrir si procrastinas.
– La multitarea es anti-natural, aumenta nuestros niveles de estrés, nos hace perder la concentración e incrementar nuestro índice de errores.
– Hay que saber decir no, con educación y olvidarse de tratar de quedar bien con todo el mundo. Con las técnicas que te proponemos te resultará más sencillo hacerlo: no dejes de practicar.
Ladrones de tiempo mixtos
– Hay que tomar medidas y ponerse manos a la obra para evitar interrupciones en el trabajo. La planificación puede ayudarnos en este cometido y los resultados se dejarán ver muy pronto, tanto a nivel individual, como de empresa.
– La adecuada gestión optimiza nuestro aprovechamiento del tiempo y rendimiento. Nuestras funciones, tareas, y sobretodo nuestros objetivos y estrategia deben ser minuciosamente reflexionados y plasmados en un documento.
– Finalmente, debemos evitar la fatiga y el estrés, cuyo efecto pernicioso sobre el tiempo y la productividad, además de su negativa influencia bienestar físico y psíquico, ya conocemos.