Cómo hacer un diagnóstico interno y evaluación del teletrabajo
Antes de implementar el teletrabajo, es necesario superar dos fases previas de análisis que permiten conocer un poco más a fondo la empresa, su configuración, sus objetivos y sus necesidades.
Autodiagnóstico de la organización
El primer paso es definir los objetivos, los perfiles, los recursos disponibles y alcance del proyecto. Se trata de concretar lo que se quiere conseguir.
Este paso supone definir las necesidades concretas que ayuden a tener clara la meta que se quiere alcanzar. Los objetivos estratégicos que habría que plantearse estarían en la línea de los siguientes, que apuestan por la concreción:
- Fomentar la conciliación personal y laboral.
- Rediseñar el uso de los espacios físicos.
- Mejorar la productividad en un 10%, por personas y por equipos.
- Fijar un número mínimo de llamadas al día para el equipo de comerciales telefónicos.
- Disminuir la rotación del personal en un 5%.
- Especificar límites en el uso del email y/o las comunicaciones como el chat o las redes sociales.
Medir resultados: un paso necesario
Es importante saber dónde se encuentra la empresa y a dónde quiere llegar. Para ello hay que medir antes y después, ya que ésta es la única forma de conocer el alcance del impacto de la política que se quiere implementar.
Este paso implica saber cómo lograrlo y para ello hay que conocer:
- La situación de la empresa y su posicionamiento (respecto a referencias tanto internas como externas).
- El camino a recorrer: hacia dónde se dirige y cómo se plantea completar el recorrido previsto.
Sin mediciones no existe control y sin control no es posible decidir, y mucho menos mejorar. Por eso en los datos concretos y objetivos, en la cuantificación de lo específico está la clave para alcanzar las metas.