Cambia de hábitos y cumple tus objetivos
Para poder mejorar tu productividad y eficiencia hace falta que te marques objetivos de mejora personales en tu agenda de trabajo.
Comienza marcándote 10 objetivos de mejora, es decir, 10 comportamientos que te gustaría adoptar y prioriza poniendo el orden en que te gustaría lograrlo, siendo el 1 el más urgente para ti.
En base a tu selección, escribe una palabra clave para ti por cada selección y por orden de prioridad e importancia. El objetivo es que te ayude a recordar, dónde has puesto el foco para cada una de las situaciones deseadas anteriores. Esta palabra puede ser una competencia, un nombre, o incluso un dibujo.
Ahora, para tener éxito en cualquier iniciativa de cambio que quieras emprender en cualquier área de tu vida, es necesario que elabores un plan de acción detallado.
Para hacer esto hace falta seguir unos sencillos pasos:
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Hacer una lista de las tareas que hay que realizar.
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Poner fechas a los objetivos y revisar tu agenda laboral cada final del día( puedes hacerlo de manera individual o con tu equipo, dependiendo de cómo quieras mejorar).
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Apuntar todas las ideas en un documento de manera desordenada, y después ordenarlas y clasificarlas.
Cuando te sientes a organizar, hazlo elaborando primero una lista con todos los asuntos pendientes y oportunidades detectadas.
Después, ve planteándote las siguientes preguntas para cada línea y créate una tabla como la que te muestro. Al principio puede ser pesado, pero es la mejor manera de estructurar el pensamiento y descargar a la mente para poder realizar otras cosas (en lugar de tenerla ocupada con los ?tengo que? ?que no se me olvide?).
Una vez hayas hecho esto y sepas qué y cuándo lo vas a hacer, llévalo a nivel de detalle, es decir, ponle hora del día, y durante una semana, pon al lado, la agenda laboral real que has ido teniendo. Esto te servirá para detectar con total claridad, tus mayores ladrones del tiempo (dejemos las percepciones y empecemos a medir de verdad)
Para ir finalizando, grábate esta serie de principios básicos:
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Planifica por adelantado.
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Considera la agenda laboral del resto para planificar (mira disponibilidades en Outlook)
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Agrupa las tareas según las capacidades requeridas.
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Programa actividades de descanso.
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Promete menos y cumple más.
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Haz un seguimiento de los procesos iniciados (usa el marcador de tareas de Outlook)
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Delega todo lo que se pueda.
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Usa herramientas que te faciliten
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Establecer parámetros para decir ?no?.
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Ten en cuenta tu curva del rendimiento.
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Aprovecha los potenciales tiempos muertos (desplazamientos, inicio reuniones, etc.) llevando contigo herramientas que te permitan trabajar.
Durante todo este tiempo, has estado en tu zona de confort respecto a la gestión del tiempo. La zona de confort es el lugar desde donde interacciones con el mundo con el piloto automático puesto, te dejar llevar por tus hábitos y rutinas. Estás en tu zona de confort incluso cuando estás a disgusto con lo que estás viviendo. Nos es más cómodo a veces quejarnos que ponernos en movimiento para generar un cambio.
Solo sales de ella cuando decides dar un cambio. Dar el primer, el segundo y el tercer paso, cuesta mucho trabajo, pero es la única forma de que las cosas sucedan, nadie lo puede cambiar por ti, nadie puede hacerse responsable de tus logros ni de tus fracasos, nadie más que tú mismo, así que, ¿qué más razones necesitas para intentarlo? Así que, sal de tu zona de confort, ya!