La productividad es el eje central de cualquier organización. Esta no solo depende de los factores externos del trabajador sino que también requieren de un esfuerzo personal.
Hasta ahora hemos hablado de cómo la motivación o los beneficios que aporta la empresa favorecen la productividad de los trabajadores pero hay otro factor igual de importante que es esencial, el propio trabajador. Sin la predisposición y los buenos hábitos de este, los otros insights no tendrán un resultado positivo.
Los principales enemigos de esta productividad la tendencia a procrastinar y los ladrones de tiempo. Pero a estos se suman otra serie de condicionantes que también se tornan relevantes para conseguir datos positivos en el rendimiento laboral. Chris Bailey en su libro El Proyecto de Productividad expone algunos de estos factores que no son tenidos tan en cuenta y juegan un papel igual de relevante.
- Evita la multitarea. Se tiene a pensar que estar realizando más de una actividad a la vez favorece nuestra productividad pero la realidad es que termina alejándonos del rendimiento óptimo y no damos por terminada ninguna tarea. Centrarse solo en una concentra nuestra atención sobre ella y evita distracciones. Los expertos consideran que los cambios de actividades nos hacen desconcentrarnos y por tanto, pasar de una actividad a otra provoca una ralentización del tiempo de acción.
- Limita el tiempo sobre las actividades importantes. Cuando establecemos una tarea como importante y le damos prioridad de urgente, delimitándola en el tiempo que tiene que estar realizada, conseguimos enfocar las energías. Y además favorece en una reducción de tiempo de acción y evita que caigamos en la procrastinación.
- Clasifica las actividades en función de la importancia de las mismas, dale prioridad a las más relevantes. De esta forma dedicarás el esfuerzo a la tarea que realmente lo requiere.
- Mantén distantes las distracciones. Según la regla de los 20 segundos, estudiada por el psicólogo Shawn Acor, afirma que si un elemento está a menos de 20 segundos de distancia tendemos a usarlo más que si está más lejos. Por esto disponer tus posibles distracciones como el móvil o el aperitivo a cierta distancia evitará que caigas en la tentación y te distraigas de tu tarea.Esta medida no es útil con todos los ladrones de tiempo, pues el uso en exceso del email o páginas no productivas dependen de la concentración y resistencia que pongamos ante las posibles distracciones.
- No dilates las tareas improductivas. Tendemos a realizar tareas que son poco productivas para sentirnos útiles y que estamos rindiendo aunque en realidad no es provechoso lo que realizamos. Esto sumado a la clasificación de las actividades según la importancia y la productividad de las mismas te ayudará a no perder el tiempo en tareas superfluas.
El valor de incremento de la productividad en las empresas es evidente. Reduce costes, aumenta la competitividad, y en general mejora la moral y la recuperación de la inversión a los empleados. Para las empresas que dependen de las personas, la alta productividad puede significar la diferencia entre el éxito y el fracaso.