5 consejos para tener mejores hábitos y sentirte realizado

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5 consejos para tener mejores hábitos y sentirte realizado

Siempre ha habido alguna vez que hemos querido añadir un hábito a nuestra vida, como por ejemplo correr 20 minutos cada día. Pero la mayoría de veces no tardamos mucho tiempo en abandonarlo.

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La experiencia me ha enseñado que cuando medimos el tiempo que dedicamos a hacer la actividad propuesta aumenta nuestra motivación para querer completar el objetivo.

Los hábitos que queremos rastrear pueden ser de todos los tipos, desde intentar despertarnos más temprano cada día, hasta practicar un nuevo idioma que estamos aprendiendo. La mejor recompensa que se puede conseguir de medir el tiempo es poder hacer las actividades cada día sin tener que controlar el tiempo porque ya es algo que se ha vuelto automático, en ese momento ya es un hábito que se vuelve tan natural como ducharnos cada mañana o cepillarnos los dientes antes de irnos a dormir.

Hay cinco factores que se han de tener en cuenta cuando se va a medir el tiempo de una actividad:

Motivación

Escoge un hábito que sientas que es importante, da igual si la gente piensa que es útil o no. Si vas al gimnasio cada día porque piensas que es algo que has de hacer, la motivación no durará mucho, y la única manera de llevar adelante ese hábito será a partir de la fuerza de voluntad, lo cual convertirá la actividad en algo pesado y difícil de completar cada día.

Pero si por otra parte escogemos un hábito que nos sea más fácil completar como ir caminando a trabajar o pasear al perro, estos hábitos serán más motivantes que ir al gimnasio cada día, y aún así estarás haciendo ejercicio. Lo importante es mantenernos motivados con alguna actividad que nos guste, hasta que esta se convierta en un hábito.

Regularidad

Cuanto más regularmente hagas la actividad, más fácil se hará completarla cada día. Por cada repetición de esta, más cerca se está de la rutina. Hasta que llega un punto que realizar la actividad se vuelve automático, y es entonces cuando se convierte en un hábito.

Pero si por el otro lado, sólo haces la actividad una o dos veces por semana te será más complicado poder convertirla en rutina, y eso llevará mucho tiempo. La cosa es intentar hacerlo cada día, dado que cuantas más veces la repitas, más rápidamente se convertirá en un hábito.

Ser realista

Si tu objetivo es hacer correr durante 2 horas al día sin haber hecho deporte durante los últimos años, es muy posible que acabes abandonándolo al poco tiempo. Para poder rastrear de la manera correcta una actividad, ha de ser algo que podamos conseguir, de esa manera nos veremos más motivados a hacerlo, y que es posible.

Si para ello has de escoger un pequeño hábito, pues hazlo, más vale completar una pequeña actividad cada día, que hacer algo que apenas podemos llegar a conseguir.

¿Cómo añadimos estos hábitos en nuestro día a día? La respuesta es fácil, sólo hay que tener dos cosas en cuenta:

Trabajar en un sólo hábito a la vez

Si estás intentando añadir varios hábitos a la vez en tu vida, eso significa que no puedes centrar tu atención en uno solo, y por lo tanto estás haciendo las cosas muy difíciles y te estás forzando a ti mismo, lo cual sólo puede llevar al fracaso.

Imagina que quieres correr cada día 20 minutos antes de ir a trabajar, pero a la vez quieres dormir un mínimo de 8 horas por noche, y una noche has tenido una cena que ha durado hasta la madrugada. Entonces, ¿Qué hábito decides cumplir, correr o dormir? Si hubieses empezado antes la rutina de dormir cada día, entonces no habría duda, te quedarías en la cama.

Sigue la misma rutina

La mejor manera de convertir una actividad en un hábito es mantener una rutina continua. Y para hacerlo más fácil es utilizar recordatorios para empezar la actividad. Si quieres correr cada día 20 minutos, el salir de la cama pude servir como recordatorio para hacerlo. Entonces cada mañana que te levantes de la cama te acordarás de que tienes que salir a correr.

El recordatorio tiene que ser algo que hacemos cada día sin pensar, como levantarnos de la cama, o ducharnos. De esa manera hacer la actividad diariamente no será complicado, y se acabarán convirtiendo en hábitos que también harás sin pensar.

Una vez hemos convertido una actividad en un hábito, entonces es el momento de añadir otra actividad si nos interesa. Por ejemplo si después de correr los 20 minutos queremos hacer 20 flexiones. Con el tiempo ya tendremos dos hábitos, y será hora de añadir un tercero.

Lo más importante para acelerar el proceso de convertir una actividad en un hábito es hacerlo siempre de la misma manera, en el mismo sitio, a la misma hora. Si por ejemplo sales a correr cada día a las 7 de la mañana hasta el ayuntamiento y vuelves, sigue esa ruta, ayuda a convertirlo en automático de manera mucho más rápida.

Para mantener la rutina siempre es bueno rastrearla, de esa manera podrás ver tu progreso, y si lo estás haciendo bien o mal. Puedes hacerlo de diferentes maneras:

  • Papel: Escribir en una hoja de papel todos tus progresos ayudará a que veas de manera visual, y te sientas más motivado
  • Excel: En un documento Excel puedes apuntar los días que has hecho el hábito y los que no, de esa manera podrás ver si lo estás haciendo bien.
  • App: Hoy en día hay diferentes aplicaciones para móvil con las que puedes rastrear el tiempo que dedicas a las actividades diarias.

Utiliza siempre el método que te sea más cómodo.

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