La productividad empresarial es la que permite alcanzar los objetivos de la compañía. La gestión de la organización tiene que estar bien enfocada para alcanzar las metas deseadas.
La gestión empresarial juega un papel imprescindible para las organizaciones. La productividad es el camino para obtener ganancias y crecimiento en la empresa. Los directivos tienen que tener claro el camino que se está siguiendo y si se está cumpliendo la productividad deseada. Conocer y evitar las variables más comunes que influyen de forma negativa en el rendimiento posibilita a los managers tomar medidas preventivas y planes de acción.
Horarios no flexibles
La conciliación laboral, familiar y personal es un factor clave para que los trabajadores estén satisfechos e implicados en las actividades. Las horas de trabajo superiores a las 10 horas deben evitarse, pues terminan perjudicando al rendimiento de los trabajadores.
La presencialidad NO significa productividad. Hay que facilitar las políticas de conciliación laboral como la flexibilidad horaria o el teletrabajo que permitan a los trabajadores compatibilizar su vida personal con el trabajo, sin necesidad de caer en el ausentismo o estrés.
Plantilla con poco margen de promoción
Los trabajadores tienen que sentirse motivados con lo que realizan y sentir que ocupan un lugar en la empresa, además de tener la opción de mejorar. Ofrecer nuevos retos a la plantilla, responsabilidades profesionales o mejoras mantiene a los empleados motivados, lo que repercute de forma directa en la productividad de los mismos.
Otro aspecto a tener en cuenta es el reconocimiento laboral. La organización tiene que saber valorar el trabajo que los empleados realizan y valorarlo. Ya sea a través de un reconcomiendo económico u otro tipo de gratificación. Es más, un estudio reciente realizado por Adeco exponía que 6 de cada 10 españoles prefieren menor salario a cambio de mayor felicidad laboral. Con esto se evidencia que el estado de ánimo es un punto esencial en un puesto de trabajo. No basta con ofrecer un puesto de trabajo si no se intenta mantener un estado laboral favorable para los trabajadores.
Sobreexigencia
Las cargas de trabajo ponen al límite de esfuerzo y capacidad a los empleados, lo que puede hacer que la productividad de los mismos disminuya y genere situaciones de estrés en la plantilla. Es mejor ir adjudicando las tareas de forma escalonada y de la más urgente a la menos importante, de tal forma que no se genere esta situación de sobreexigencia.
Como líder hay que saber actuar con los trabajadores. La actitud también juega un papel importante. Hay que evitar los climas negativos y generar ambientes que permitan a los trabajadores mostrar su opinión.
Equipo obsoleto
El mercado está en continuo cambio y las empresas tienen que adaptarse a las necesidades y ventajas que este ofrece. Las Tecnologías de la Información (TIC) ya son un punto imprescindible para las empresas. Las cuales tienen que estar adaptadas y actualizadas para permitir que las tareas diarias sean más agiles y se optimice la gestión del tiempo.